Esta es la maldición de Dante

(Un hombre que me pareció de lo más cretino, aunque todos y en todas las épocas. De un bobo poema, o lo que sea, de "La Voz que sale", da igual salvar --...si esto es salvar-- lo peor de lo que haya escrito que lo mejor, si lo mejor no se abre paso ello solo de entre mis páginas diciéndome "rescátame")

Bonita maldición tengo encima:
Todo poema se nos convierte en "la divina comedia"
(no sé qué de comedia, no sé qué de divina)
Me gustaría saber qué le hemos hecho a ese buen hombre
aparte de que nos parezca tonto.
¿Seríamos Beatriz en otra vida?
¡¿Seríamos incluso él?!
Seríamos;
y es por eso que estamos ahora en el infierno.

-¡Eso para que hablases, hables,
eso para que hayas escrito!
Le dicen mientras le mandan a su futura reencarnación.
¿Cuántos Dantes vamos ya siendo?
Además pienso que en el Más Allá,
lo cual jamás consigné en comedia alguna,
que de comedia tenga lo de patética
y de tragedia: lo histórica,
debe estar, pues ni tiempo tengo de cerciorarme
cuando ya me han enviado a la próxima...
reencarnación,
debe estar de lo más penado
lo de utilizar la lengua.
Las muy apáticas gentes de la Eternidad,
tan apáticas que ni reencarnarse, ni aparecerse
(Parece ser que me enviaron a Alejandra Pizarnik intentando que me desdijese de esto que sigo pensando como cierto aun después de la aparición de ella)
Detestan esta perturbación de la palabra en lo infinito de sus siestas.

¡Nadie me quiere, nadie me ama!,
sigo gimiendo,
y me parece que es letra de canción de no sé quién.
Pero lo cierto es que nadie se apiada de mi lengua
que es lo mismo que no permitírseme descansar de tanta reencarnación.
Resulta esto ya casi más aburrido
que la eternidad lo mismo en la que siestea el Todo.
¡Nadie me quiere, nadie me ama!
-¡No hasta que te calles!:
Truena algo, voz, o simple eructo de las esferas
por encima de mi cabeza apesadumbrada.

Pues sigue eructando.
Mi venganza ante esta maldición
de ser Dante aeternitas
cúrola con otra maldición:
Escribir a infinito la Divina Comedia,
tenga de divina lo que tenga
y de comedia mi risa...
así te aburra.

Extrañeza final fuese
que alguien aburriese la eternidad aburrida
incluso luciendo los indudables talentos
que da la experiencia de las reencarnaciones.

Y ahora le pregunto a mis muertos, o a todos, los que merezcan ser preguntados, que habrá muertos, como hay vivos, a los cuales ni dirigirles la palabra, sea verbo o verborrea: ¿No volvéis para acá a sorprendernos, de lo aburrido que estáis, o tan dormidos, o simplemente de lo distraídos en sus dos vertientes: Alguien os distrae de vuestra obligación, y podemos deducir quién fuese ese "Alguien", o es que os lo pasáis pipa venga a daros voltios por el infinito? Lo infinito de las almas desconocidas vuestras. ¡Pero aquí también las tenéis! Seamos sólo unos seis mil millones de cretinos y poco más que poblamos el cretino mundo que heredamos de vosotros.

dos por mes una al año diez por día: Se supone que del hablar con los muertos se puede decir lo que de los polvos. Cuantas veces quisiésemos-pudiésemos tuviésemos capacidad