"La rebelión es mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos" Alejandra Pizarnik-en esta vida

"Solo veo rosas" Alejandra Pizarnik-más allá de esta vida-
se escribe como se habla se escribe como se es el alma

lunes, 1 de septiembre de 2008

"El Escorial" (Y del Escorial, Escoria. La España de mis trece años que fueron las cenizas que recibieran en aquella fecha a Pizarnik. España

cenicienta. Digamos que lo que aquí retrata Pizarnik, o yo digo con del Escorial, Escoria, no es a el Escorial, pueblo o monumento, sino a la Cacharrería Cultura. Esa aventajada mendiga, ella sí, que a fuerzas de lametones de culo al poder, se hace un hueco en el mismo, poder=mundo=sociedades, significando algo para este mundo a fuer de esos lametazos.

Entonces una se recuerda muchacha y va hacia un horizonte de sonrisas. Olas viniendo o no viniendo a las arenas pero concordando entre sí con admirable suavidad. Es esto lo que temo. Pero por un instante el cuerpo alegre, la piel dorada, los ojos azules, limpios, tal vez verdes, la cara sin arrugas. No obstante, digo, no obstante debajo o detrás o del otro lado se es mendiga, se duerme debajo de un puente totalmente ebria y abrazada a una muñeca, se putea, se es desdentada, sifilítica, cancerosa, aun si ahora al borde de la piscina del hotel adorada por cuanto ojo macho ha dado Hispania fecunda. Se está sifilítica, sí, no objetivamente, no como para irme a consultar a un sifiliógrafo, sino mentalmente comida, mordida y luego escupida por un tigre no del todo hambriento (por eso el suicidio pronto, prontísimo) Mordidos los bordes, arruinada, monstruosamente herida, incurable, aun si los ojos azules tal vez verdes.

Los bordes arruinados.
El límite natural de las cosas.
Perdido su sentido para siempre.
Pero me digo, ¿no será mejor un suicidio diferente? Retornar a Buenos Aires, proseguir estudios. Después, erudición a perpetuidad. Digamos los cantares galaicos-portugueses.....
Investigar, qué sé yo, investigar de dónde viene tanta hermosura omitiendo cuidadosamente la terrible sensación de inminencia en cuanto leo cosas así, lo mismo que antes ciertos rostros en la calle, rostros con rastros de paraíso perdido. Esto último es preciso finalizarlo o paliarlo mediante una dedicación ininterrumpida a algo equivalente a coleccionar estampillas de manera de llegar a sentir, algún día, una viscosa atracción por la e paragógica y por qué los niños cantores de Medina del Campo dijeron beh en vez de bah (pues eran, como todos, unos borregos, que, ¿a quién, a qué consagrado, de respeto obligado, fuere a punta de pistola o a punta de ruina, pondrían en duda?) cuando se trataba de reproducir el dulce lamentar de un cordero herido. Trueque: en vez de hacerme polvo tout de suite pulverizar los malditos muchos años que sin duda me quedan (Pocos tan pocos te fiaba el mal destino de la falta de ingresos: ruina de tu madre, tu ruina), pulverizarlos en algo inútil que desemboca en una placa post mortem junto a la puerta de la morada en que mi madre me parió.

.......(Pongo puntos suspensivos, pues ahí venía la Cultura Cacharrería de su época, la mía, de todas las épocas, y su abanderado dios "novela de mierda") perfectamente vestida, manos mías pálidas posadas sobre cuartillas (aquí rememora a otra suicidada, también suicidioasesinada de, o por, la Cultura Cacharrería y las sucias sociedades que la dirigen, direccionan, Virginia Woolf, que ella resistió hasta los 59 años pues cumplió ¡dos! de las premisas que aquí apunta Pizarnik como salvoconducto para la supervivencia: "casada con un marido serio" y, aunque ¡qué diferencia de las de ella a las de tantos!, novela, "escribiendo novelas") , escribiendo con una pluma de cisne. Seria, serena, diciendo qué interesante, pronunciando conferencias, interpretando históricamente, sociológicamente, antropológicamente, políticamente, lo que pasa afuera (¿¡Lo que pasa afuera!? Dudo que la seriedad cultura interprete nada, ni siquiera de lo que pasa fuera. O lo hace, eso sí, bajo la premisa de santificar cuanto de inmundo si así está en el guión que hay que tratar, entonces, los años sesenta del siglo pasado, como igualito ahora... y pareciera que nada, nadie va a cambiarlo ya, pues debiera ser una suma de muchas manos las que lo hicieren, y esas muchas manos sólo están por la labor de sus ingresos monetarios, que cada vez mayores, haya de sacrificar la honradez que haya que sacrificar... pues así lo exige el guión, o sea la corriente de la mayoría que arrastra hacia el precipicio al todos) : los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa. Serena, leyendo los diarios todos los días (Yo dejé de leerlos hará ahora siete años, desde que el latrocinio colectivo empezado en las autoridades políticas de este país a nivel Ayuntamientos, me robase aquel quiosco de prensa con el que me ganaba la vida A LA VEZ QUE PERMITÍA QUE SE SEPULTASE MI OBRA MÁS HONDO, pensando que la salvaba pues mi esfuerzo me procuraría los medios monetarios para ello, ¡Y me robaron los esfuerzos, la salud, la vida, el tiempo, ¡Y mi obra!) , tal vez casada con un señor serio y sereno, el amor sólo dos o tres veces por semana.....

Y lo dejo aquí. Sabemos que esto no tiene remedio. Tal vez mi obra, como yo digo, quede sepultada para siempre de los siempres; pero tampoco le va a ir demasiado mejor al mundo, SIENDO LO QUE ARRIBA PIZARNIK DESCRIBE, QUE FUE SIEMPRE, Y QUE SERÁ, como decía mi gaditana abuela.

Dejo enlaces con mis poemas de vuelta, y otras prosas esclarecedoras, en mi "Solo veo rosas 2", el porqué de una vuelta; y con "Sexo del alma" and "I only see roses II" para que vean de que modo tan "categórico", o tan sexo sin alma, se me recibe.
Grupo poético de Sombra & Sombra Dentro de mí con ella que es yo El extraño caso de una generación fundándose a sí misma.
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